Los vehículos eléctricos desatan un conflicto por el litio

Mientras que la industria automovilística se aleja cada vez más del uso de combustibles fósiles para la producción de vehículos convencionales, sube la producción de vehículos eléctricos. Un mercado que necesita de los recursos mineros para poderse llevar a cabo. Se estima que para la realización de un coche eléctrico se necesitará extraer un 2,5% más de litio que para uno convencional.

Mientras que la industria automovilística se aleja cada vez más del uso de combustibles fósiles para la producción de vehículos convencionales, sube la producción de vehículos eléctricos. Un mercado que necesita de los recursos mineros para poderse llevar a cabo. Estos coches han provocado un conflicto por el litio. Se estima que para la producción de un coche eléctrico se necesitará extraer un 2,5% más de litio que para uno convencional.

Australia, América Latina y Norteamérica son algunos de los países exportadores de este material. Se espera que la demanda se multiplique por diez en los próximos años. Y según la Comisión Europea, el continente necesitará 18 veces más litio en 2030 y casi 60 veces más en 2050. Se estima que en 2030 circulen por Europa al menos 30 millones de coches eléctricos.

No sólo es una dicotomía, incluso me atrevería a decir que es una hipocresía, porque ahora mismo estamos tratando un tema de sobreconsumo que está impulsando la crisis ecológica y climática’’– así lo afirma Diego Francesco Marin, especialista en justicia ambiental de la Oficina Europea del Medio Ambiente en declaraciones al medio Dialogo Chino.

La venta de vehículos eléctricos se incrementó hasta en un 41% en 2020. Se vendieron alrededor de 3 millones de unidades en el mundo. Ante estos resultados, las empresas exportadoras de litio vieron incrementar sus ganancias notablemente hasta alcanzar los 3.000 millones de dólares en los tres últimos años. 

El conflicto por el litio

Aunque la Unión Europea no es exportadora de litio, sí que se abastece del material a través de explotaciones en terrenos propios. Serbia y Chile son los mayores productores de litio a nivel mundial.

Serbia cuenta con depósitos importantes de borosilicato de litio y sodio cerca del río Yadar. Y se estima que el país sea líder en exportación en los próximos años. Este garantizará la producción de litio para 1 millón de vehículos eléctricos por año. Y con ello, aumentará el producto interior bruto del país hasta un 1% con sus exportaciones. Además, el país ha aprobado una ley que permitirá la expropiación de terrenos para finalidades públicas. En este caso, para la creación de nuevas minas.

En cuanto a Chile, el desierto de Atacama es la zona más afectada por las actividades mineras. Anualmente, se extraen más de 63 mil millones de litros de agua salada durante los trabajos de extracción, es decir, casi 2 mil litros por segundo. Para extraer el litio, se bombea el material y se deja expuesto al sol del desierto hasta que se haya evaporado el 95% del agua. El litio se separa del residuo mediante un proceso químico y se convierte en el compuesto para las baterías recargables. Esto ya está empezando a dejar a los habitantes de la zona sin agua.

Los países se movilizan contra la industria del litio

Ante esta situación, los países empiezan a movilizarse en señal de repulsa a esta industria. La nueva ley de expropiación en Serbia provocó el pasado 27 de noviembre el corte de las principales carreteras del país como protesta hacia la industria del litio. Y en Chile, los trabajadores indígenas también se movilizaron contra la explotación de terrenos, ya que no se está cumpliendo con el acuerdo que la ONU estableció sobre los pueblos indígenas.

Por otro lado, expertos ecologistas ponen en duda si la entrada en el mercado de estos vehículos podría formar parte de la Transición Ecológica, ya que la extracción de estos materiales es un problema para el medio ambiente. Y la fabricación de estos coches no sería la solución para frenar la contaminación, sino más bien otro impacto negativo para el planeta.

Anaïs Batanero