Representantes de la ONU advierten de la grave situación que atraviesa Bolivia por el aumento del uso del mercurio en su minería de oro. El país registra altas tasas de explotación de este material, llegando a registrarse tráfico ilegal a países como Perú, Colombia o Brasil.
Bolivia se posicionó como segunda potencia mundial en materia de exportación de este material en 2020. Actualmente importa 200 toneladas de mercurio mientras que en 2012 sólo importaba 10 toneladas. Se estima que el precio del mercurio en el mercado pueda llegar a alcanzar hasta los 1.000 pesos, aunque actualmente fluctúa alrededor de los 600.
El uso de mercurio contamina los ríos y afecta a las comunidades indígenas
La zona del río Kaka es una de las más afectadas por la contaminación debido al mercurio que se utiliza para separar el oro que se encuentra en los ríos. Es por ello que la ONU pide trazar de manera urgente planes que ayuden a regular el comercio del mercurio.
Los habitantes indígenas próximos a las minas están empezando a consumir alimentos contaminados por mercurio y algunos de ellos ya presentan daños neuronales o reacciones cutáneas.
Marcos Orellana, relator especial de la ONU para sustancias tóxicas y derechos humanos, tacha la situación de injusticia medioambiental, ya que el país está incumpliendo con el Convenio de Minamata; un convenio que trabaja para la protección de la salud y el medio ambiente de cualquier emisión nociva producida por el mercurio. Este convenio también prohibió en 2020 la producción de cualquier objeto producido a partir de mercurio, como la fabricación de baterías, termómetros o pesticidas.
La ONU también remarca la falta de legislación política y compromiso por parte del Estado boliviano. El gobierno del país, que no ha realizado estudios para ver en qué estado de gravedad se encuentran los terrenos contaminados, considera la actividad minera ‘‘insignificante’’.
Un problema más allá de lo medioambiental
La industria minera es una de las muchas que terminan teniendo numerosos impactos en el medio ambiente. La rentabilidad de ciertos materiales en algunas industrias desatan auténticos conflictos en las regiones mineras y sus habitantes.
Un reportaje publicado en el medio Ladera Sur pone de relevancia los auténticos problemas que atraviesa la población indígena más vulnerable con la explotación del mercurio en zonas habitadas. Ésta ha provocado que en muchas zonas de Bolivia haya una regresión en los ecosistemas, dando lugar incluso a la desaparición de muchos de ellos.
Anaïs Batanero