Los hogares consumen el 29% de la energía mundial. Además, contribuyen al 21% de las emisiones de CO2 resultantes, según las Naciones Unidas.
Esto nos deja a todos la responsabilidad de intentar reducir lo máximo posible los consumos en nuestros hogares, para cuidar los recursos, proteger al medio ambiente y a nosotros mismos.
¿Cómo podemos generar el cambio? ¿Por dónde comenzar? ¿Qué es la arquitectura sostenible? Responde a estas preguntas la arquitecta Natalia Álvarez Bonín.
¿Cómo afecta la arquitectura no sostenible a la tierra? ¿Cuáles dirías que son las prácticas que hay que cambiar de forma más urgente?
La arquitectura no sostenible contribuye a la contaminación medioambiental debido al uso irracional de energías, la no contextualización de los proyectos ni racionalidad en la elección de materiales. Más urgentemente creo que hay que dejar de proyectar arquitectónica y urbanísticamente sin tener en cuenta el impacto ambiental del proyecto tanto en su etapa de ejecución como luego en su uso.
¿Cuáles son las claves a tener en cuenta para construir de manera sostenible?
Básicamente hay pautas de diseño pasivas tales como la implantación del proyecto, el control del asoleamiento (uso de parasoles, aleros, vegetación), la ventilación cruzada, el uso de materiales térmicamente eficientes, y especialmente el uso de materiales de elaboración local. Luego la incorporación de fuentes propias de generación de energía. Por ejemplo: colectores solares para agua sanitaria y calefacción, paneles solares para energía eléctrica, molinos para extracción de agua si el emplazamiento es suburbano. A su vez, recolectar el agua de lluvia para riego.
¿Qué materiales recomiendas?
Aquellos que dejen la menor huella ecológica (consumo de energía) posible, tanto en su fabricación como luego en su reciclaje. Es importante que los materiales que sean de la zona, o lo más cercanos posibles, tratando así de evitar que haya grandes traslados. También, hay que considerar que los mismos sean duraderos y que tengan un buen comportamiento térmico. Mucho depende del emplazamiento y las características del proyecto; pero en una vivienda trataría de utilizar maderas certificadas, evitar el aluminio y el hierro y utilizar piedras o lajas de zonas cercanas.
¿Qué modificaciones podemos realizar en nuestros hogares no sostenibles?
Lo más fácil es el cambio de la iluminación a iluminación bajo consumo. También se pueden incorporar vegetación o toldos que generen sombra si es que hay fachadas muy asoleadas. En zonas muy frías se puede colocar doble vidriado en ventanas. Si hay equipos de climatización viejos, reemplazarlos por nuevos que sean energéticamente eficientes.
La Asociación Española para la Calidad define la arquitectura sostenible como aquella que tiene tiene en cuenta el impacto que va a tener el edificio durante todo su ciclo de vida. También los recursos que va a utilizar, los consumos de agua y energía de quienes residan y hasta el destino de los residuos una vez se derrumbe.
Teniendo en cuenta cada uno de los procesos a nivel macro y micro de cada decisión que tomamos y su repercusión en la tierra, es que podemos tomar conciencia y optar por la decisión más saludable.