Nuevas medidas propuestas por la Comisión Europea acabarán con las muertes producidas por contaminación ambiental. Se han registrado cerca de 300.000 muertes por este mismo motivo. El plan, que ya prevé grandes cambios para el año 2030, pretende cumplir su objetivo final hacia el 2050.
Las muertes prematuras por contaminación representan 1 de cada 6 fallecimientos en el mundo. Con estos datos, queda expuesta la falta de planes de actuación inminentes para frenar la situación. El ajuste de normas ya existentes y la aplicación de otras nuevas por parte de la Comisión Europea, prevé frenar cerca del 75% las muertes que se registran por este motivo.
“Cuánto más esperemos para reducir la contaminación, más nos costará como sociedad » .– ha declarado el vicepresidente del Ejecutivo comunitario.
Una carrera a contrarreloj, dónde Bruselas, ha empezado a actuar de forma inmediata. Los nuevos ajustes y normas para frenar la problemática situación que atraviesa Europa, serán revisados de nuevo, durante el año 2028. De esta manera se quieren conseguir los primeros progresos para el año 2030.
Contaminación desmesurada, consecuencias irreversibles
Según informa The National Geographic solo en el año 2019, nueve millones de personas fallecieron como consecuencia de una contaminación fuera de control. En los últimos 20 años, el tráfico en las grandes urbes y la contaminación química, han aumentado hasta un 66% las muertes por efectos adversos de la contaminación registrada.
El endurecimiento de las normas por parte de la Comisión Europea, también llevará a cabo la reducción de las partículas contaminantes en el ambiente. Las cuales se encuentran en estos momentos en valores de: 25 ug/m2 (microgramo por metro cuadrado) Y pretenden reducirse a un mínimo de: 10 ug/m2.
Los planes trazados por la UE van más allá del cuidado del aire. El ajuste de la normativa, se aplicará a la conservación de las aguas. Concretamente, de las aguas residuales. Así como la aplicación de un exhaustivo control para evitar la aparición de agentes patógenos.
El aire limpio no debería ser un lujo sino un derecho básico
Según informan instituciones sanitarias, las partículas PM2,5 -y las causantes de la grave contaminación que atraviesa el planeta- tienen un poder muy dañino para nuestro sistema respiratorio.
Las mismas son las causantes de problemas como: asma, cáncer o problemas cardiovasculares. Solo en 2016, la contaminación afectó a cerca de 600.000 infantes. Además, la gravedad de estas partículas en suspensión, pueden afectar gravemente a la vista. Así como, al deterioro del sistema cognitivo de las personas.
Anaïs Batanero