Las frutas de temporada son aquellas que crecen de manera natural, es decir, con su ciclo dictado por la tierra. Cuando encontramos en los supermercados o verdurerías frutas que no son de estación, se debe a que fueron producidas en condiciones artificiales. Éstas crecieron en microclimas y son menos beneficiosas para el planeta, y para nuestra salud.
¿Alguna vez te has preguntado por qué la natrualeza ofrece ciertas frutas y verduras en una época determinada del año?
En verano crecen melones, sandías, cerezas y peras, entre otras. En esta estación, nuestro cuerpo requiere de alimentos que contengan gran cantidad de agua y estas frutas son ideales para ello. El melón y el mango, por ejemplo, contienen además betacaronetos que protegen la piel del sol.
En invierno crecen en mejores condiciones los cítricos. Naranja, limón, pomelo, mandarinas y kiwis son nuestros aliados en esta estación, en la que necesitamos una mayor dosis de vitamina C para reforzar el sistema inmunitario.
¿Por qué consumir las frutas en su momento dictado naturalmente? Aquí, algunos motivos:
- Son más nutritivas ya que maduran naturalmente. Por ello, suelen tener mayor contenido de antioxidantes, vitaminas, minerales y nutrientes esenciales.
- Son más sabrosas al ser alimentos frescos. Conservan su textura y sabor natural ya que son recolectados en su punto óptimo de maduración.
- Son mas sustentables. Su producción requiere menos energía y genera una menor cantidad de emisiones de dióxido de carbono. Al ser de producción local, no necesitan recorrer miles de kilómetros hasta llegar a nuestro plato.
- Cuidan la tierra. Al consumir las frutas de estación, se evita la implantación de monocultivos y fertilizantes que agotan y dañan la tierra.
Lo cierto es que la naturaleza es sabia y nos brinda aquello que necesitamos para que nuestro organismo se encuentre en óptimas condiciones según la estación en la que nos encontremos.

Micaela Wodtke