Hay tantas opciones en el mercado, que puede hacerse difícil elegir.
Júlia Farré, dietista-nutricionista del Centro de Nutrición Júlia Farré, nos cuenta cómo pararnos frente a la góndola y tomar una decisión saludable para nuestro cuerpo.
“Los endulzantes naturales son productos no sintetizados artificialmente” explica Farré, concepto que el movimiento real food abraza perfectamente. Los principales son: azúcar en forma de sacrosa o fructosa, miel, stevia, Iuo han guo y taumatina.
¿Cuáles son las características de cada uno?
Azúcar -sacarosa o fructosa-
Se trata de dos tipos de azúcares que se encuentran de forma natural en muchas verduras y frutas. La sacarosa conoce comúnmente como azúcar de mesa y puede obtenerse tanto de la caña de azúcar como de la remolacha azucarera.
Miel
Es generalmente la opción menos elegida ya que aporta calorías. Contiene gran cantidad de azúcares simples, mayoritariamente en forma de fructosa.
Stevia
Se popularizó estos últimos años en europa y américa latina. Es de origen vegetal, no aporta calorías y puede beneficiar a personas con diabetes. Aun así, Farré explica que “todavía no está claro cómo puede llegar a afectar nuestra microbiota intestinal” y es por ello que recomendamos su consumo controlado.
Luo han guo
Este derivado de una planta que crece en China, está cobrando fuerza entre los real fooders, aunque todavía es difícil encontrarlo en todos los supermercados. Aunque aporta carbohidratos su uso como endulzante hace que sea bajo en calorías.
Taumatina
Proviene de una planta de África Occidental y es mucho, mucho, más dulce que el azúcar, se estima que entre unas 1600 a 3000 veces más. A su favor, al ser tan endulzante, se utiliza en pequeñísimas cantidades y por ende representa una cantidad de calorías mínima.
Sea cual sea la forma de edulcorar que elijamos, resulta fundamental que su origen sea ecológico, ya que contribuímos en cuidar a la tierra y también a nuestro organismo.
“No recomiendo el consumo habitual de ninguno de ellos. Tenemos que educar nuestro paladar al sabor natural de los alimentos. Si estamos habituados a consumirlo, lo ideal es empezar su reducción poco a poco con la finalidad de eliminar su consumo” resume la nutricionista.