
La edición 2020 del World Press Photo llegó a Barcelona.
Se trata del más prestigioso concurso anual de fotografía de prensa. Allí se exponen las fotografías ganadoras del concurso de fotoperiodismo y fotografía documental más importante del mundo. En cada edición, el concurso premia a las imágenes más destacadas del año anterior.
La exposición puede visitarse desde el 13 de noviembre hasta el 20 de diciembre en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB). Lo novedoso de este año es que se ofrece una visita guiada virtual online en la plataforma Filmin y está disponible de forma gratuita para todos sus abonados.
Durante más de tres semanas, 17 profesionales del sector analizaron con paciencia un total de 73.996 fotografías tomadas por 4282 fotógrafos de 125 países de todo el mundo, para elegir las 157 imágenes de las ocho categorías distintas, entre las que encontramos medioambiente y naturaleza.
Este concurso existe desde 1955. Sus objetivos son acercar el periodismo visual al público global, mostrar los acontecimientos más importantes del año por medio del lente de fotoperiodistas de diversos lugares del mundo, estimular la reflexión, fomentar la libertad de prensa y de expresión y el derecho a la información, dando a conocer los hechos de manera veraz y sin filtros mediáticos. También, brinda la oportunidad de mostrar historias que no han sido difundidas por los medios de comunicación. La exposición viaja por todo el mundo, sin censura alguna.
La crisis climática en imágenes
Una cuestión fundamental que se destaca este año en el concurso es la crisis climática y medioambiental. En esta edición muchos fotógrafos documentan los efectos de este problema que nos toca de cerca.
Por causa del fuego o del agua en 2019 murieron miles de personas y millones de animales y muchos hogares fueron completamente destruidos. El calentamiento global provoca sequías y eleva las temperaturas, seca los bosques y facilita los incendios, como los producidos en Australia, que podemos ver a través de la fotografía de Matthew Abbot. También se hacen presentes las catástrofes naturales como la imagen del huracán de Bahamas, tomada por el fotógrafo español Ramón Espinosa. En esta arista, nos impacta también una imagen del permafrost de Katie Orlinsky. Se trata de la desaparición del suelo congelado que cubre enormes superficies del hemisferio norte; esto produce que se pudran los vegetales que ha contenido durante siglos, liberando gases que empeoran el efecto invernadero y quienes viven en la zona ven hundirse sus casas y complicarse su modo de subsistencia.

Katie Orlinsky para National Geographic.
(3º Premio Medioambiente, Historias)
Otro aspecto de la crisis medioambiental es cómo desaparecen las fronteras medioambientales entre el ser humano y la fauna salvaje, de forma que nuestra relación con animales exóticos es cada vez más estrecha y provoca nuevos problemas. En este aspecto, encontramos fotografías de cazadores furtivos, traficantes y vendedores de fauna exótica. También, entre las imágenes nominadas, encontramos animales en peligro de extinción como los orangutanes. La tala indiscriminada de árboles ha reducido las junglas donde viven y se ven obligados a convivir con los seres humanos en una relación, a menudo, conflictiva. En otra fotografía, de Alain Schroeder, vemos a un grupo de personas de una entidad protectora animales rescatando orangutanes heridos para luego devolverlos a su hábitat natural. Asimismo, podemos observar algunas fotografías de tigres en cautiverio ya que en la actualidad viven más tigres en cautividad que en su hábitat natural.
Es importante destacar la gran cantidad de fotografías seleccionadas que se relacionan con la crisis climática, lo que demuestra la importancia del periodismo visual cuando se trata de mostrar las historias que le importan al común de la gente. Todas estas imágenes buscan llamar nuestra atención, no dejarnos indiferentes, hacernos pensar, reflexionar. Luego de recorrer la muestra reflexionemos sobre la forma en que interactuamos con la naturaleza y tomemos consciencia de las consecuencias que trae la pérdida de biodiversidad en el planeta.
Maria Jaeschke