¿Estamos ante el fin de los períodos estacionales?

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El cambio climático empieza a advertir del inminente fin de los periodos estacionales. Los registros de temperaturas máximas propias de verano en pleno octubre o la falta de precipitaciones durante la época otoñal, empiezan a advertir de la grave situación que atraviesa el planeta.

Según informa la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), se prevé una tendencia cálida para los próximos meses en toda Europa. De la misma manera que las olas de calor se han incrementado hasta en cuatro veces en las zonas del sureste europeo. El delay del invierno afecta a los tiempos reales de los períodos estacionales.

Además, se ha afirmado que Europa atraviesa uno de los años más preocupantes en los que a clima se refiere. Ya que, en el caso de España, la tendencia avanza hacia climas áridos. Un claro ejemplo de ello lo tenemos en los datos registrados del verano pasado: las temperaturas registradas están un 2,2ºC por encima de la media global.

Cada año ganamos 1.500 km2 de zonas áridas

Otro dato destacado también muy preocupante es que una quinta parte del territorio español ya es árido. Los climas fríos se han reducido a la mitad. Algo que puede minimizar considerablemente el acceso al agua en los territorios afectados. 

Con la tendencia hacia climas áridos, la falta de precipitaciones, ocupa gran parte de estos. Se estima que la falta de ellas ha dejado en estos últimos diez años unos 6,43 litros por m2 menos. De la misma forma, la preocupante situación ha propiciado la aparición recurrente de fenómenos torrenciales.

El calentamiento global se agrava, los períodos estacionales se acaban

La ONU ha sido tajante y concisa en la COP27 celebrada en Egipto: ‘’los efectos del cambio climático se intensifican’’. Unas declaraciones que han advertido del incremento de la temperatura global. Las cuales están por encima de los datos registrados entre los años 1850-1990, con la época industrial.

La temperatura del planeta ya supera los 1,15º C. Algo que empieza a agravar la situación de deshielo en los glaciares y la subida del mar. Además, la tendencia hacia climas áridos y atípicos para las fechas del año en las que nos encontramos, pueden afectar gravemente a los cultivos de ciertos alimentos necesarios para nuestra alimentación.

Una situación que puede conllevar a restricciones en ciertos alimentos o exportaciones de los mismos. Lugares como la India, ya se enfrentan a ello con productos como el arroz. Y pone en peligro a mercados internacionales ante la escasez de algunos productos esenciales, según informa El País.

Anaïs Batanero